Historias de los Profetas

La historia de Noé, la paz sea con él: El Diluvio Universal y el Arca de la Fe


En la larga historia de la humanidad, las historias de los profetas son faros de guía, portadores de grandes lecciones sobre la paciencia, la perseverancia y la certeza de la promesa de Dios. La historia de Noé, la paz sea conél, el profeta que convocó a su pueblo durante mil años, pero cincuenta años, y se enfrentó a su incredulidad y obstinación, y su final fue el gran diluvio, y la supervivencia de los que creyeron con él en el barco de la fe.

La llamada de Noé: Mil años menos cincuenta

Dios envió a Noé (la paz sea con él) a su pueblo, que adoraba ídolos y llamaba a la gente al politeísmo. Noé comenzó su llamada con bondad y sabiduría, llamándoles a adorar sólo a Dios y advirtiéndoles de Su castigo. Les llamó día y noche, en secreto y abiertamente, y no desesperó a pesar de su reticencia e incredulidad. Su llamada duró siglos, mil años menos cincuenta, mientras se enfrentaba al ridículo, la burla y la obstinación de su pueblo.

Evidencia: El Sagrado Corán describe la paciencia de Noé y su persistente llamamiento en el dicho:

قَالَ رَبِّ إِنِّي دَعَوْتُ قَوْمِي لَيْلًا وَنَهَارًا (5) فَلَمْ يَزِدْهُمْ دُعَائِي إِلَّا فِرَارًا (6) وَإِنِّي كُلَّمَا دَعَوْتُهُمْ لِتَغْفِرَ لَهُمْ جَعَلُوا أَصَابِعَهُمْ فِي آذَانِهِمْ وَاسْتَغْشَوْا ثِيَابَهُمْ وَأَصَرُّوا وَاسْتَكْبَرُوا اسْتِكْبَارًا (7)

(Surah Noah: 5-7).

Eran tan testarudos que le dijeron: «Si no terminas, oh Noé, serás uno de los apedreados». (Los Poetas: 116).

El mandato de Dios de construir una nave: Preparación para la supervivencia

Después de todos estos años de predicación, y ante la desesperación de Noé por la fe de su pueblo, Dios le reveló que nadie de su pueblo creería, salvo los que creyeran, y le ordenó que construyera un gran barco. Esto era sorprendente, pues Noé vivía en una región desértica sin ríos ni mares cercanos, y construir un barco de ese tamaño requeriría un gran esfuerzo.

Noé (la paz sea con él) empezó a construir el arca, y su pueblo pasó y se burló de él, diciendo: «¿Construyes un barco en el desierto?». Pero Noé sabía que era una orden de Dios y que había una gran sabiduría detrás de ella. La construcción del arca fue una prueba para Noé y los que creyeron con él, y una afirmación de la certeza de la promesa de Dios, aunque a primera vista pareciera imposible.

Evidencia: Dios Todopoderoso dijo:

وَاصْنَعِ الْفُلْكَ بِأَعْيُنِنَا وَوَحْيِنَا وَلَا تُخَاطِبْنِي فِي الَّذِينَ ظَلَمُوا ۖ إِنَّهُم مُّغْرَقُونَ

(Surah Hud: 37).

El Diluvio Universal: La destrucción de los opresores y la salvación de los creyentes

Cuando terminó la construcción del arca, llegó la orden de Dios de iniciar el diluvio. El cielo empezó a llover con una intensidad sin precedentes, y la tierra estalló en manantiales de agua. El agua crecía a una velocidad tremenda, sumergiéndolo todo. Dios ordenó a Noé que llevara en el arca a cada una de las dos parejas y a su familia, excepto a los que ya habían sido avisados y a los que habían creído con él.

El diluvio fue un tormento devastador para los injustos, que mintieron y desoyeron arrogantemente las revelaciones de Dios. Incluso el hijo de Noé, que se negó a subir a la nave, pensando que se refugiaría en una montaña que le protegería del agua, se ahogó con los que se ahogaron.

Pruebas: El Corán describe la escena del diluvio y el ahogamiento del hijo de Noé:

وَهِيَ تَجْرِي بِهِمْ فِي مَوْجٍ كَالْجِبَالِ وَنَادَىٰ نُوحٌ ابْنَهُ وَكَانَ فِي مَعْزِلٍ يَا بُنَيَّ ارْكَب مَّعَنَا وَلَا تَكُن مَّعَ الْكَافِرِينَ (42) قَالَ سَآوِي إِلَىٰ جَبَلٍ يَعْصِمُنِي مِنَ الْمَاءِ ۚ قَالَ لَا عَاصِمَ الْيَوْمَ مِنْ أَمْرِ اللَّهِ إِلَّا مَن رَّحِمَ ۚ وَحَالَ بَيْنَهُمَا الْمَوْجُ فَكَانَ مِنَ الْمُغْرَقِينَ (43)

(Surah Hud: 42-43).

El barco de Noé y los que iban en él sobrevivieron, viajando en olas como montañas, por orden y cuidado de Dios, hasta que se posó en el monte Joudi.

El final del diluvio: Estabilización y nuevo comienzo

Después de que perecieran los opresores, Dios ordenó al cielo que retuviera su agua y a la tierra que la tragara, de modo que el arca se posó en el monte Jodi. Noé y sus compañeros desembarcaron de la nave para empezar una nueva vida en una tierra pura, libre de politeísmo e injusticia. Éste fue el comienzo de un mundo nuevo, un mundo que sólo cree en Dios y aprecia Sus bendiciones.

Epílogo: Lecciones intemporales de la historia de Noé

La historia de Noé (la paz sea con él) es una de las grandes historias que encierra lecciones inolvidables:

  • Paciencia y perseverancia: Noé, la paz sea con él, fue paciente con su llamada durante más de nueve siglos, y esto es una gran lección para perseverar en los principios, por mucho tiempo que lleve y por muy obstinado que sea.
  • La certeza de la promesa de Dios: Construir el arca en el desierto y sobrevivir después al diluvio pone de relieve la total certeza de la promesa de Dios y Su poder, que sobrepasa toda imaginación.
  • Las consecuencias de la incredulidad y la obstinación: El relato es una clara advertencia sobre las consecuencias de descreer de los mensajeros y persistir en la falsedad, pues el castigo divino puede llegar de repente.
  • La importancia de la obediencia al mandato de Dios: Aunque parezca ilógico a primera vista (construir un barco en el desierto), la obediencia al mandato de Dios es la forma de sobrevivir.
  • La misericordia de Dios para los creyentes: A pesar de la severidad del tormento que cayó sobre los injustos, Dios perdonó con Su misericordia a Noé y a los que creyeron con él.

La historia de Noé (la paz sea con él) es un recordatorio constante de que la fe verdadera, la paciencia y la confianza en Dios son las claves para sobrevivir en este mundo y en el siguiente, y de que Dios no falla a Sus siervos justos.


¿Cuál es la lección más impactante que has aprendido de la historia de Noé?

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