Defensa encubierta y abierta: Tres años de secretismo y el comienzo de la confrontación

La llamada islámica no nació en un instante, sino que pasó por etapas graduales que comenzaron con la ocultación y el secretismo, para pasar después a la apertura y la confrontación. Estas etapas fueron necesarias para construir una base sólida para la nueva religión en La Meca y preparar a los primeros musulmanes para soportar las cargas del mensaje. ¿Cómo empezó la llamada en secreto y qué la impulsó a hacerse pública a pesar de los peligros?
La Invitación Secreta: Construyendo el Primer Núcleo (tres años)
Tras la primera revelación en la Cueva de Hira, el Profeta Muhammad comenzó su llamada al Islam en completo secreto. Esta fase, que duró unos tres años, fue crucial para construir el primer núcleo de creyentes en un entorno hostil.
- Razones para el secretismo: El principal propósito del secretismo era evitar una confrontación temprana con los Quraysh, que se aferraban a la adoración de ídolos y a las tradiciones patriarcales. Este secretismo permitió que el llamamiento creciera en silencio y ganara adeptos que creyeran en el mensaje y se responsabilizaran de él.
- Los primeros musulmanes: El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) empezó a invitar a sus allegados. Su esposa Khadija bint Khuwaylid fue la primera en creer en él, seguida de su primo Ali ibn Abi Talib, su hijo Zayd ibn Harithay su íntimo amigo Abu Bakr al-Siddiq. Pronto les siguieron varios de los primeros compañeros, como Uzman ibn Affan, Zubayr ibn al-Awwam, Talha ibn Ubaydullah, Saad ibn Abi Waqqas, Abdul Rahman ibn Awf y muchos otros.
- El centro de la llamada: La Casa de Al-Arqam, en el monte Safa, fue un centro secreto para las reuniones del Profeta con los primeros musulmanes. Allí les enseñó el Corán y los principios del Islam, y les inculcó la fe y la paciencia.
Pronunciar la llamada: El desafío y la confrontación de Quraysh
Tras tres años de da’wah secreta, Alá Todopoderoso autorizó a su Profeta a hacer pública su da’wah. Fue un momento decisivo, pues los musulmanes pasaron de la ocultación a la confrontación abierta.
- La Orden Divina de Proclamar La orden explícita de Dios Todopoderoso para que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) proclamara la llamada llegó en la siguiente declaración:
فَاصْدَعْ بِمَا تُؤْمَرُ وَأَعْرِضْ عَنِ الْمُشْرِكِينَ
(Surat al-Hayar: 94). Después de eso, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) ascendió al monte Safa y llamó a los Quraysh para que transmitieran el mensaje públicamente. - La reacción de Quraysh: Los Quraysh no aceptaron esta llamada que amenazaba su estatus religioso, económico y social. Acusaron al Profeta de magia, locura y mentira, e iniciaron una campaña de victimización y acoso contra el Profeta y los musulmanes.
- Persecución de los primeros musulmanes: Los musulmanes fueron sometidos a diversos tipos de tortura y abusos. Algunos ejemplos son:
- Bilal bin Rabah: Lo torturaron poniéndolo bajo el sol ardiente sobre la arena y colocándole pesadas piedras sobre el pecho, pero él cantaba «Ahad Ahad».
- Al Yasser (Ammar, Samia, Yasser): Fueron sometidos a las más duras torturas. Sumaya fue martirizada, lo que la convirtió en la primera mártir del Islam, y su marido Yasser fue martirizado.
- Muchos fueron golpeados, asediados y murieron de hambre.
La fortaleza y la paciencia del Profeta
A pesar de todos estos desafíos, el Profeta se mantuvo firme en la verdad y paciente frente al daño. Su tío Abu Talib le defendió, pero él no cedió. El Quraysh ofreció al Profeta dinero y poder para que abandonara su llamamiento, pero él se negó categóricamente, pronunciando su famosa frase a su tío: «Por Alá, oh tío, si ponen el sol a mi derecha y la luna a mi izquierda: «Por Alá, oh tío, aunque pusieran el sol a mi derecha y la luna a mi izquierda, no abandonaría este asunto hasta que Dios me lo mostrara o pereciera sin él».
Epílogo: Reglas inmutables para una invitación intemporal
La etapa de da’wah secreta y abierta fue una verdadera prueba para la fe de los musulmanes y la paciencia del Profeta (la paz sea con él). Esta fase demostró la solidez de la llamada y la fuerza de la fe, que no se vio sacudida por los desafíos. Nos enseña que construir una gran da’wah requiere paciencia, sabiduría en la progresión y firmeza ante la adversidad. Estos sólidos cimientos sentados por la Dawah en sus comienzos allanaron el camino para la propagación del Islam más adelante, y demostraron que lo correcto triunfará inevitablemente, dure lo que dure la lucha.
¿Cuál crees que es la importancia del gradualismo en la dawah?