La Conquista de La Meca: El Día del Perdón y la Tolerancia El retorno de la justicia sin lucha

Tras muchos años de persecución y desplazamiento, el Profeta regresó con un ejército de musulmanes para conquistar La Meca, la Tierra Santa de la que habían sido injustamente expulsados. Pero esta conquista no fue una conquista militar tradicional, sino un día de perdón y tolerancia, un día de victoria de los principios y valores humanos antes que la victoria de las armas. ¿Cuáles fueron los acontecimientos de esta bendita conquistay qué lecciones nos dejó?
Romper el Pacto: La Chispa de la Conquista
Las razones inmediatas de la conquista de La Meca fueron la ruptura de la paz de Hudaybiyyah por parte del Quraysh. Tras la reconciliación, la tribu Khuza’a se alió con los musulmanes, mientras que la tribu Bakr se alió con los Quraysh. La tribu Bakr, con la ayuda de Quraysh, atacó a la tribu Khuza’a y mató a varios de ellos mientras estaban a salvo. Cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) se enteró de esta clara ruptura del pacto, decidió ir a conquistar La Meca. Esta ruptura del pacto fue una oportunidad divina para recuperar la Casa Sagrada y limpiarla de ídolos.
El Movimiento del Ejército Islámico: El factor sorpresa y la sabiduría profética
El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) salió de Medina el diez de Ramadán del octavo año de la Hiyra con un gran ejército de diez mil combatientes, manteniendo el movimiento lo más secreto posible, para que los Quraysh no supieran que venía y se prepararan para luchar. El Profeta quería entrar en La Meca sin derramamiento de sangre, y la conquista sería una conquista de la ciudad sin lucha.
Cuando el ejército islámico llegó a las afueras de La Meca, el Profeta ordenó a cada hombre que encendiera una hoguera, para que hubiera muchos fuegos en el valle, lo que sugeriría a los Quraysh el tamaño del ejército y les disuadiría de resistir. Esto fue lo que ocurrió, y los Quraysh se aterrorizaron.
La entrada en La Meca: La gran conquista sin lucha
El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) entró en La Meca el día veinte de Ramadán por la parte superior, mientras que los otros equipos entraron por distintos lados. Los musulmanes encontraron poca resistencia, y el Profeta entró en La Meca humildemente, con la cabeza inclinada sobre su carro, dando gracias a Alá Todopoderoso por esta gran conquista.
Evidencia: Se narra en Sahih Muslim con la autoridad de Abdullah bin Mughfal (que Allah esté complacido con él) que dijo: «Vi al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) el día de la conquista de La Meca en su carro leyendo la Surah al-Fatah mientras regresaba.»
Día de la Amnistía y el Perdón: «Vete, eres libre»
Una de las imágenes más maravillosas de la conquista de La Mecaes la actitud del Profeta hacia el pueblo que le había perjudicado, expulsado y combatido durante muchos años. El Profeta se situó frente a la Kaaba, reunió a los ancianos y dirigentes de Quraysh y les preguntó: «Oh Quraysh, ¿qué creéis que haré con vosotros?» Su respuesta fue: «Pues un hermano generoso y un sobrino generoso». El Profeta (la paz y las bendiciones de Alá sean con él) dijo con un corazón amplio que no guardaba rencor ni malicia: «Id, sois libres».
Esta gran actitud encarna el culmen de la tolerancia y el perdón en el Islam, y demuestra que la verdadera conquista no es sólo por la espada, sino por los corazones que perdonan y perdonan, y por los valores que triunfan. El día de la conquista de La Meca fue un día de misericordia, no de venganza.
La limpieza de la Kaaba: La devolución de la verdad a sus dueños
Tras entrar en La Meca, el Profeta (la paz sea con él) se dirigió a la Kaaba, la casa construida por Abraham (la paz sea con él) para el monoteísmo de Dios, que había sido profanada por los politeístas con ídolos. El Profeta limpió la Kaaba de los ídolos e idolatrías que había a su alrededor y en su interior, mientras recitaba las palabras del Todopoderoso:
وَقُلْ جَاءَ الْحَقُّ وَزَهَقَ الْبَاطِلُ ۚ إِنَّ الْبَاطِلَ كَانَ زَهُوقًا
(Surat al-Isra: 81).
Pruebas: Este incidente está documentado en Sahih al-Bujariy Sahih Muslim. Así, la Kaaba volvió al monoteísmo de Alá Todopoderoso y la llamada a la oración se elevó desde su cima, anunciando el triunfo del Islam.
Conclusión: Un triunfo de los valores y una lección de misericordia
La conquista de La Meca fue un gran acontecimiento histórico que no sólo supuso una victoria de los musulmanes sobre sus enemigos, sino también una victoria de la misericordia sobre la crueldad, de la tolerancia sobre la venganza. Esta conquista encarnó los ideales más elevados del Islam y puso de relieve que es el poder de la fe y la moralidad el que realiza las mayores conquistas. Es una lección intemporal que la verdadera grandeza reside en el perdón, y que la mayor victoria es la victoria del corazón.
¿Cómo puede inspirarnos la historia de la conquista de La Meca para difundir los valores de la tolerancia y el perdón en nuestras sociedades?